Ya llegó el segundo confinamiento, por lo menos en Madrid.
He de decir que, por lo menos ahora, puedo ir al supermercado que solía ir sin peligro de que me multen. Es que se encuentra fuera de mi área de salud. Cosas que pasan. Así que ahora, aun confinada, me siento más libre.
Pero bueno, no quería hablar de esto en realidad. Lo que quería era presentarme. Inicio mi blog al inicio de la segunda ola del coronavirus.
Llevo años pensando en empezar, pero no había tiempo, y cuando lo había, no había ganas.
Y ahora hay tiempo y ganas. Ganas de salir. Por eso estoy abriendo esta pequeña puerta virtual. Para saludarte. Hola, ¿qué tal?
Ahora sé como se siente mi gato. El culpable del nombre del blog.
No soy gran amante de los gatos, pero si del mío. Aunque no tengo claro que él sea amante de los humanos.
Y… ¿a qué huele el confinamiento? A mi me huele a tristeza. A no saber cuando voy a ver a mis padres, ni a mi hermano. A no poder ir al Leroy Merlyn de Alcorcón para comprar el armario. A no encontrar trabajo.
Pero también me huele a lucha y superación. Y es que no queda otra. Solo nos queda luchar y permanecer.